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Beneficios del té verde
- Los antioxidantes del té verde contienen vitamina C, E, luteína y zeaxantina que pueden ser absorbidos por los tejidos del ojo y la retina, lo que previene el glaucoma y enfermedades oculares.
- Se ha demostrado científicamente que reduce las enfermedades de los dientes y encías.
- Consumido con moderación disminuye el riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular y ayuda a combatir la obesidad.
- En la Escuela Médica de Atenas, Grecia, se ha demostrado que 30 minutos después de beber una taza de té, las grandes arterias del organismo se dilatan, lo que evita problemas circulatorios, aterosclersis, etc.
- Uno de los componentes del té, la epigalocatequina (EGC), promueve el crecimiento de las células óseas hasta un 79%, lo que fortalece los huesos, aumenta su mineralización y ayuda a prevenir la osteoporosis.
- El consumo asiduo de té evita que la vesicula biliar se inflame.
- Inhibe el crecimiento de bacterias.
- Los polifenoles del té tienen un efecto protector sobre las células protectoras de la dopamina, por tanto, pervienen el Parkinson.
Tras conocer todos estos beneficios, podemos creernos aquel proverbio chino que dice: “Es mejor pasar tres días sin comida que uno sin té”. Eso sí, no conviene beber nunca este brebaje demasiado caliente (es decir, a más de 60 ºC), porque se ha demostrado puede causar cáncer de garganta.
10 consejos para evitar la obesidad
La obesidad es una epidemia que afecta a personas de todo el mundo, la cual además del exceso de peso, se caracteriza por dar problemas de salud física y mental. Aquí dejo unos buenos consejos que te ayudarán a evitarla:
- No al estrés, ya que este vuelve a las personas más sensibles a padecer la obesidad.
- Modera los antibióticos, tómalos sólo cuando sean estrictamente necesarios, sobre todo en los primeros años de edad, ya que según demuestran médicos de la Universidad de Nueva York, durante la infancia alteran la composición y funcionamiento de las bacterias digestivas, especialmente del estómago, y pueden predisponer a la obesidad.
- Evita los refrescos, al consumir refrescos frecuentemente aumenta la susceptibilidad genética a padecer obesidad y tener una mayor masa corporal.
- No abuses de la luz artificial. Se ha demostrado que el desequilibrio entre los ritmos circadianos naturales del organismo y el entorno es uno de los motivos del incremento de la población obesa.
- Baja la calefacción. Un estudio ha demostrado que abusar de la calefacción en invierno puede estar relacionado con el aumento de la obesidad, y es que reducir la exposición al frío reduce la necesidad de consumir energía para permanecer calientes y reduce la capacidad para producir calor.
- Come nueces, nectarinas y ciruelas. En la Universidad de Barcelona y la Universidad Rovira y Virgili se ha demostrado que comer nueces aumenta el nivel de serotonina, sustancia que reduce la sensación de hambre, mejora el estado de ánimo y reduce la obesidad abdominal. En otro estudio, de la Universidad de Texas, los compuestos fenólicos de ciruelas, nectarinas y melocotones tienen efectos anti-obesidad, anti-inflamación y anti-diabetes.
- Reduce las horas frente al televisor, ya que sentarse frente a la TV más de cinco horas al día potencia el sobrepeso.
- Lee las etiquetas de los alientos. El índice de masa corporal de los individuos que leen las etiquetas de los alimentos puede llegar a ser 1.49 puntos por debajo de quienes nunca las leen. Esto supone una reducción de 3.91 kg para una persona con 74 kg de peso.
El melón
Seguro que habéis escuchado alguna vez el refrán: «el melón, por la mañana, oro; por la tarde, plata, y por la noche, mata», pues bien hay dos opiniones acerca de esta deliciosa fruta. Y es que hay científicos que dicen que esta fruta, de la familia de las cucurbitáceas, fermenta muy rápido en el estómago, y por ello, puede ocasionar problemas digestivos si se toma poco antes de dormir. Por otra parte, otros expertos en nutrición afirman que no es malo comerlo por la noche, de hecho, recomiendan su consumo a cualquier hora, al igual que el resto de las frutas ya que es una fuente de salud por su contenido en vitaminas, fibra y minerales.
Depuración natural
Cada vez más personas se preocupan por su salud y por su alimentación, concretamente, en este libro de Dra. Christina Scott-Moncrieff, habla de la depuración de las sustancias químicas que pueden dañar o irritar nuestro organismo. Indica como depurarse, planes de depuración, estilos de vida saludables con buena alimentación, ejercicio físico y técnicas de meditación. También explica cómo dejar la cafeína, el azúcar y el tabaco, y se ofrecen sugerencias para personas que padecen alergias, intolerancias alimentarias o con problemas de candidiasis.
Las mejores recetas de Saber Vivir
El cocinero del programa Saber Vivir, Sergio Fernández Luque, nos descubre sus 100 mejores recetas en este libro.
El libro “Las 100 recetas mejor elaboradas de Sergio Fernández“, recoge una selección de las mejores recetas de cocina elaboradas, por el cocinero Sergio Fernández, en el programa matutino de televisión Saber Vivir. Según el propio Sergio este es un recetario fácil y sugestivo como todos los que ofrece a diario en el programa de Manuel Torreiglesias.
El libro de los alimentos de Saber Vivir
En este libro podemos leer cosas muy interesantes sobre alimentación sana, segura y saludable, curiosidades sobre los diferentes grupos de alimentos, sencillas recetas para todos los días de la semana, algunas pautas para controlar enfermedades tan comunes como el colesterol, hipertensión arterial, dolores de cabeza, la obesidad….. Un libro muy interesante para leer y tener en nuestra estantería. Os lo recomiendo.
Comer para vivir
En Comer para vivir, María José Rosselló ofrece los consejos más prácticos y las dietas más adecuadas para asegurar una buena salud y proporcionar la mayor calidad de vida a todas las edades.
En este libro muestra las claves dietéticas para evitar el envejecimiento prematuro, la hipertensión, el exceso de colesterol de triglicéridos, los problemas hepáticos, de ácido úrico, renales, óseos, respiratorios, así como lo que hay que saber para asegurar el buen funcionamiento del cerebro… Todo ello, y mucho más, se aborda en este libro imprescindible para nuestra salud. María José Rosselló responde a las principales preguntas que nos hacemos sobre los problemas nutritivos que más nos afectan y proponen las dietas adecuadas para prevenir cada una de las enfermedades antes citadas. Sobre todo, nos marca las pautas para organizar cotidianamente nuestra alimentación.
¿Qué son las calorías vacías? Alimentos con calorías vacías
Un concepto que habitualmente se maneja en nutrición es el de las calorías vacías (que nunca deberemos confundir con el de calorías negativas, ya que se trata precisamente de todo lo contrario).
Los alimentos con calorías vacías son aquellos alimentos que poseen un gran contenido calórico pero que no nos aportan prácticamente nada más que esto. Es decir, nos aportan muchas calorías y muy pocos, o ningún, nutriente.
Estos alimentos, suelen ser ricos en azúcar y grasas, por lo que si abusamos de su consumo, podemos ganar rápidamente de peso e incluso tener problemas de obesidad estando mal nutridos.
Nos proporcionan calorías pero no nos aportan ni proteínas, ni vitaminas, ni minerales. Por eso se les denomina alimentos con calorías vacías, porque no nos aportan nada más.
Algunos ejemplos de alimentos con calorías vacías son los refrescos azucarados, las bebidas alcohólicas (excepto el vino y la cerveza, que como ya hemos visto, proporcionan minerales y antioxidantes beneficiosos para la salud, siempre, claro está, que su consumo sea moderado), la repostería industrial, los dulces como chocolatinas, las chucherías del tipo de las bolsas de aperitivo como ganchitos con queso, patatas fritas, etc.
¿Cómo podemos reducir las calorías vacías de nuestra dieta?:
– Disminuye el consumo de bebidas alcohólicas y refrescos azucarados.
– Evita el consumo de aperitivos (snacks) como las patatas fritas de bolsa y similares.
– No añadas a tus ensaladas trocitos de pan frito (croutons), es mejor añadir algunos frutos secos que además de calorías aportan vitaminas, minerales y ácidos grasos esenciales.
– Elige la miel o el azúcar moreno para endulzar tus postres (mucho mejor que el azúcar blanco).
– Evita la repostería industrial y haz tus postres caseros, así podrás elegir los ingredientes más saludables evitando el uso de grasas de origen animal.
– Elige chocolate negro (es muy rico en antioxidantes, vitaminas y minerales, además de tener menos azúcar).
– Es mejor aliñar tus ensaladas con aceite de oliva y vinagre que con salsas que se compran ya preparadas.
Alimentos con poder antiinflamatorio
La inflamación es la respuesta del sistema inmunológico a invasores extraños y nos protege de sustancias tóxicas acumuladas en tejidos dañados para que no se expandan por el organismo. Cuando la inflamación es crónica puede afectar a tejidos sanos y desencadenar otras enfermedades como cáncer o patologías cardiovasculares.
Algunas de las revistas científicas sobre alimentación y nutrición más famosas ha publicado estudios sobre algunos alimentos capaces de reducir los niveles de inflamación en el organismo:
- Salmón y nueces, que contienen ácidos grasos omega 3. Se ha demostrado que las mujeres son más sensibles que los hombres al efecto antiinflamatorio de este tipo de grasas, según un estudio que daba a conocer la revista American Journal of Clinical Nutrition.
- Las frutas cítricas contienen altas dosis vitamina C, vitamina E y de flavonoides que reducen la inflamación de los tejidos. Concretamente, científicos escoceses han demostrado que el consumo de pomelo se vincula con bajos niveles de proteína C reactiva, un indicador clave de que existe inflamación.
- El tomate es un alimento rico en licopeno, potente antioxidante el cual le aporta su color rojo. Una investigación publicada recientemente en British Journal of Nutrition revela que la ingesta diaria de un vaso de 330 ml de zumo de tomate durante veinte días reduce los niveles de los compuestos inflamatorios interleucina-8 (IL-8) y TNF-alfa.
- Verduras de hoja grande, ricas en vitamina K, entre ellas las espinacas y las lechugas, así como el brócoli.
- Arroz negro, una variedad del cereal que reduce la inflamación relacionada con las alergias o el asma debido a que disminuye la liberación de histamina al menos en un 30%, según un estudio que publicaba recientemente Journal of Agricultural and Food Chemistry.
¿Son las grasas tan malas como creemos?
Las grasas en la dieta han sido muy mal vistas en las últimas décadas. Tanto la grasa que comemos como la grasa que acumulamos en nuestro cuerpo. Centrándonos en la grasa de los alimentos y especialmente en el aceite de oliva, se ha demostrado de manera inequívoca que éste protege de enfermedades cardiovasculares y puede darnos otros beneficios.
Siempre se ha atribuido a la presencia de grasa en la dieta un exceso de grasa corporal, por ello cada vez son más comunes los productos light, bajos en grasa o 0% de materia grasa. Sin embargo, estadísticas demuestran que estos productos no han disminuido el avance de la obesidad y es que éstos productos dan una sensación de falsa seguridad y acabamos comiendo mayor cantidad.
Se ha demostrado recientemente que el consumo de aceite de oliva puede contribuir a la pérdida de peso. Esto es debido a que el mayor aliado contra la obesidad es el control del apetito, así no comer más de la cuenta. Pues, se ha demostrado que el aceite de oliva nos ayuda especialmente a esto, es decir, nos hace sentir más llenos, satisfechos y sentir menor tentación a comer otras cosas.
Aunque esto no nos debe llevar a pensar que las grasas son inocuas y se pueden consumir sin medida. Lo que nos quiere decir esto, es que el aceite de oliva se puede consumir dentro de una dieta equilibrada, con un consumo sensato y sin pasarse, ya que no deja de ser una grasa, y porque este aceite tiene beneficios cardiovasculares y además nos ayuda a sentirnos saciados.
Si queréis leer la noticia y en qué consistió el estudio que demostró esta propiedad saciante, os dejamos aquí el enlace:
Aliméntate y Culturízate 